martes, 15 de marzo de 2016

Humedales en La Rioja. Catálogo de Luis Pardo (1948) 3


Las lagunas del Urbión, únicas masas de agua en la Sierra 

Laguna de Urbión helada. Foto: C.M. Aguilar Gómez.
En nuestra región eran pocas las masas de agua de cierto tamaño situadas en la Sierra que pudieran incluirse en el catálogo. De los embalses que hoy conocemos no había ninguno que citar. El de González-Lacasa empezó a construirse en 1932 pero no entró en servicio hasta 30 años más tarde, el de Mansilla no se llenó hasta 1960 y todos los demás son mucho más recientes. Así, y de cierta importancia, solo quedaban las lagunas de origen glaciar de la cabecera del río Urbión. Es cierto que había algunas otras lagunas de las que no tuvo conocimiento, como La Chopera en Cebollera o La Nava en Lumbreras, pero realmente eran de poca entidad y carácter estacional.

 


Laguna principal Urbión, lagunillas y río. Foto 1957.
Volviendo a las de la cabecera del río Urbión, cita tanto la propia laguna de Urbión, la mayor y más importante, como otras lagunillas superficiales de su entorno. En el texto se aportan nombres antiguos para la laguna principal (Orbión o Corbión) y para el río Urbión (Riofrío). El estado de conservación de todas estas lagunas sigue siendo bueno e incluso en el año 2006 fueron incluidas en la Lista de Humedales de Importancia Internacional (Ramsar) por su singularidad.






Algunos pantanos naturalizados y un par de lagunas naturales


Embalse Valbornedo (Navarrete). Foto aérea 1957.
Entre las masas de agua del valle del Ebro del catálogo, y que se han mantenido hasta nuestros días, tenemos varios pantanos la mayoría de finales del siglo XIX. A día de hoy el valor medioambiental de esos pantanos es muy desigual y está en función de si se han recrecido y de la gestión del agua y la pesca que se hace en ellos. En primer lugar nos encontramos con dos pantanos que han permanecido sin excesivos cambios desde que se citaron en el catálogo, los de Valbornedo (Navarrete) y La Grajera (Logroño). La observación de las fotografías aéreas a partir de 1957 muestra pocas variaciones. 



  
Embalse La Grajera (Logroño). Junio 2015.
Valbornedo fue un pantano proyectado por el arquitecto logroñés Amós Salvador y finalizado en 1931. En realidad el pantano nunca tuvo mucha vegetación en sus orillas, ni la tiene ahora, ya que fue realizado sobre una cubeta con pendientes acusadas y no sobre un humedal previo, por ello no destaca demasiado por sus valores naturales. En cuanto a La Grajera fue construido como pantano de riego en 1883 y ampliado en 1908 pero, al contrario que Valbornedo, debió ser un lugar encharcadizo previo que dio lugar a un carrizal de gran valor para las aves. Con el paso de los años el soto arbolado de su perímetro también ha aumentado y, en conjunto, se trata de uno de los humedales de mayor interés medioambiental de La Rioja.
 


 Embalse El Perdiguero con carrizal. Foto 1973-84.
El pantano señalado en el catálogo como “de Calahorra”, es el que hoy conocemos como embalse del Perdiguero y fue construido en 1885 y ampliado en 1897. Hasta mediados de los años ochenta del siglo XX tenía una buena orla vegetal e importantes comunidades de aves acuáticas. Era uno de los humedales de mayor importancia de La Rioja. Su desecación en 1988 durante cuatro años para recrecer la presa, hizo desaparecer la vegetación natural y sus colonias de aves. Si a eso le añadimos la intensa actividad de pesca que ahora tiene, con especies exóticas depredadoras como el black-bass, nos encontramos con una zona de interés marginal para las aves, muy distinta de lo que fue en su día.


Embalses La Molineta (Alfaro) . Agosto 2014.
En Alfaro encontramos incluido en el catálogo el denominado pantano de la Senda. Se trata del embalse de La Molineta represado en 1904 y formado por cuerpos de agua que se conectan por una acequia. Hoy está rodeado de suelo urbano y apenas tiene valor medioambiental. En Quel el catálogo señala la laguna El Balsín, un pequeño embalse de riego que aún hoy mantiene el mismo nombre. Hace unas décadas fue reformado para ampliar su capacidad de agua y ha quedado como en lo que es ahora, poco más que una balsa de riego sin naturalizar ni interés para las aves. 




El Recuenco (Calahorra). 1ª ed. cartografía 1:50.000
Bajo el nombre de Lagunas de Las Estancas se incluyen en el catálogo dos lagunas en Calahorra, una de ellas todavía existe se trata de El Recuenco. Creada como balsa de riego cuenta con un extenso carrizal que ha logrado mantenerse con el paso de los años. No ha experimentado apenas cambios en su morfología y tiene gran importancia por sus colonias de garzas.






Foto aérea de la Laguna de Hervías. Junio 1957.
En esta relación de humedales del valle del Ebro que se han mantenido hasta la actualidad tenemos solo dos lagunas naturales: la laguna de Hervías y la laguna Mateo (San Asensio). La laguna de Hervías se vio limitada durante años por huertos que alteraban su nivel freático con pozos ilegales y drenajes. Esa transformación data de 1932 según el catálogo e incluso en aquellos años estaba la idea de convertirla en un pantano. Afortunadamente no se hizo y gracias ello nos ha llegado parecida a como era. En el año 2007 fue declarada Área de Interés Singular por la administración regional eliminando las ocupaciones y los drenajes.


 
Laguna Mateo (San Asensio). C.M. Aguilar Gómez.
La laguna Mateo de San Asensio, por su parte, ha tenido escombreras ilegales en uno de sus lados durante años, aunque su cubeta salina de 3 hectáreas siguió inundándose estacionalmente. Se trata de una laguna fácil de localizar pues la carretera N-232 pasa a poco más de cien metros de ella. Con la retirada de escombros luce ya con buen aspecto y cumple mejor su función, en especial como zona de alimentación y descanso para aves migratorias e invernantes.

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